Al otro lado no hay perdón

Allí permanecí. A mi lado la vidriera más grande que jamás había visto y yo apenas era capaz de distinguir los colores que la decoraban. Todas las imágenes de mi mente eran del mismo color, todas las sensaciones me llevaban al mismo lugar y todas las palabras llegaban en la misma dirección.
En mi mente solamente se cruzaban semáforos en rojo y señales de stop. Vuestras caras al otro lado de la línea reflejaban enfado y dilataban vuestro estado de decepción. Me odiabais, no había más que verlo. Y aún así, yo no era capaz de sentirlo. No veía la razón por la que debía pedir perdón, hasta que me dije a mi mísma que si no la encontraba sería porque no existiía, sería porque gastar mi vida diciendo "lo sientos" innecesarios me ha impedido ver con claridad cuando cometo un error, sería porque en ese sentido soy una especie de animal mecánico capaz de repetir siempre la misma expresión- lo siento- con tal de no quedarme sola.

Play.......Dust in the Wind................Kansas

Junio ya no huele a miseria desde hace algunos años. Junio suena bien cuando lo digo, suena interesante, suena cálido. Veinticinco de junio suena a recuerdos y también a futuro, suena a una letra, a un nombre, a un color de pelo, a unos tenis concretos, a una chaqueta gris combinada con rotos vaqueros. Veinticinco ya no es la suma de 20+5, veinticinco es el resultado de fusionar dos mitades.
Junio ya no huele a malos recuerdos y a mar ajetreado. Junio ya no solo es teatro, música para escapar o bailes bajo los efectos inmediatos del mal alcohol. Junio es una sonrisa, es recoger blanca arena entre manos inquietas. Junio es vivir al son del rock and roll, es ver brillar la luna al ritmo de pasos marcados por el compás del ron barato de sabor amargo, junio es todas partes, todos los momentos. Junio ya no huele a vacío. Junio es Noemí.

FELICES 20 AÑOS, ENANA¡¡¡¡¡

Recuerdos ahogados en una servilleta de papel

Nuestra  historia fue demasiado difícil de escribir, de estructurar. Fue inmensamente complicada de concebir y de encontrarle un significado que diese algún sentido y la dotara de una dirección concreta. Pero, sin duda, lo más frustrante, lo que más me asfixio, en su momento, fue la imposibilidad, la incapacidad de colocarle un punto y final, de terminar la canción que tanto tiempo llevábamos componiendo.

A veces me doy cuenta de que, por mucho que lo intente, ya no me quedan versos para ti. Los he gastado todos buscando una respuesta que justificará el porqué de aquella gota que colmó el vaso de la desconfianza. Los he perdido mientras caminaba en busca del eslabón que le faltaba a nuestra cadena casi perfecta, de color ocre, con tacto de arena y sabor a marihuana. Me has hecho tanto y te he dicho tan poco que me revienta el pecho cada vez que pienso en las palabras que se llevó el viento y los sentimientos que le levantaron la falda a la luna.

Te he dicho tan poco que, ahora, tengo que conformarme con escribir estas palabras de madrugada, en una servilleta de papel con el nombre de un viejo bar, en una lluviosa noche sin olor a junio, recordando como el mar se llevó todas aquellas promesas que, un día, bajo la luz del puerto, nos hicimos soñando con un más allá de las olas.

Play: stop thinking about it.........The Ramones

La coherencia no entra en mis planes en estos momentos. No imaginas cuánto duele esto. Nunca me habían hecho tanto daño. Supongo que lo que más me hiere es saber que sufro tanto por saber que en algún momento me quiso y supongo que, de alguna manera, todavía lo sigue haciendo. Y por eso sufro tanto. Sería mucho más fácil si hubiese dajado de quererme y nada más. De ese modo yo podría coser los pedazos y seguir adelante sacando la fuerza de donde fuera necesario. Pero no es así. Verás, estamos conectados de un modo muy extraño desde el primer momento, desde siempre y para siempre. Yo siento lo que él siente. Y esa es la razón por la que no soy capaz de sobrellevar todo esto sin mostrarme fría o distante ¿Entiendes? Si él ahora mismo decidiese odiarme yo lo aceptaría y seguiría con mi vida porque podría sentir todo su odio en mi interior. En cambio, eso es algo que nunca sucederá. El odio es algo que jamás sucederá entre nosotros dos y eso complica todavía más las cosas. En cierto modo, y puede que esto parezca una locura y, por supuesto, un sentimiento del todo incoherente, él nunca dejará de quererme y yo a él tampoco. Y no interpretes mal esta expresión. Me refiero a que lo que teníamos y lo que creamos era tan fuerte que nunca podremos desprendernos de ello. Y por eso es por lo que no consigo odiarle, y es algo que mata. No puedo culparle de nada más que de  haberme querido en todos los sentidos de la palabra, no puedo culparle por haberme querido demasiado. Quizá algún día logre contar todo esto de una forma mucho más sencilla. ¡Ojalá algún día pueda hablar de esto sin sentir como las lágrimas apagan las llamas de mi cuerpo!

Play: Almost Lover............A Fine Francy